Pedir ayuda, clave de éxito

Saber pedir ayuda es fundamental para alcanzar tus logros. Te damos unas pautas para aprender a contar con los demás.

Una de las conclusiones a las que hemos llegado después de estudiar y analizar a las personas de éxito es que saben pedir ayuda. Somos muy conscientes de que con el traje de ?llanero solitario? no se llega a la vuelta de la esquina. Necesitamos de los demás para llegar lejos. Nadie puede triunfar sólo. Por eso, las personas de éxito tienen la humildad para reconocer que no se puede saber de todo.

Si esto es así, ¿por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?

1. SE IDENTIFICA PEDIR AYUDA CON SER DÉBIL.

Nadie quiere dar la sensación de ser un flojo, un perdedor, un tercera división. Y esa es la sensación que tiene mucha gente al pedir ayuda. Sin embargo, ?pedir ayuda no sólo no es ser débil, sino todo lo contrario?. Y es que la vida, a menudo, es paradójica, lo que parece no es. Y curiosamente las personas con más autoestima son las que hacen muchas cosas que otros esconden o no hacen por inseguridad. Pedir ayuda, consejo, colaboración, dirección, contraste… sólo es propio de personalidades fuertes; de aquellas que tienen claro (muy claro) que avanzar exige estrechar lazos y buscar otras manos.

Hace poco leímos una entrevista a Rafa Nadal después de derrotar a Djokovic en el US Open cuyo titular era: Soy humano; y también un artículo en la HBR titulado: Nadal is strong enough to cry. Are you? (Nadal es suficientemente fuerte como para llorar. Rafa siempre ha tenido claro que gran parte de su éxito se debe a las personas que forman su entorno, que le dan estabilidad, apoyo y ayuda.

Las fortalezas arrancan de nuestra fragilidad, desde su aceptación: Lo que niegas, te somete; lo que aceptas, te transforma. Sólo entonces se inicia el cambio, porque uno busca a quién acudir, a quien solicitar ayudar para seguir avanzando. El orgullo producto del ego nos hace permanecer en la ignorancia; la humildad para pedir ayuda, avanzar. La vida está tejida de complementariedades: donde uno no llega, otro sí; y donde otros no llegan, uno sí. Ese es el poder de la diversidad que nos enriquece y nos hace avanzar».

2. SE TIENE MIEDO AL RECHAZO. La necesidad de aprobación está muy acusada en algunas personas (las más inseguras) que identifican un ?No? con: no le gusta, no soy bueno, no me lo merezco…:

«Para poder tener éxito es necesario aprender a manejar el rechazo. El rechazo es parte normal de la vida. La gente que no acepta ser rechazada nunca logra nada».

Por nuestra parte hacía el siguiente análisis de esa frase:

«¿Cuál es el principal miedo a la hora de vender? El miedo al rechazo. ¿Cuál es el principal miedo que se esconde a la hora de pedir ayuda? El miedo al rechazo. Y existe tanto miedo porque a menudo se identifica un «no» con: no le gusto, no soy bueno, no soy capaz… Debes saber que un «no» no es nada personal, no tiene que ver contigo, simplemente que la gente puede tener otras prioridades o no tener tiempo para atenderte. Siempre habrá ocasiones en que te van a decir «no». No le des más vueltas y llama a otra puerta, alguna acabará abriéndose.

Es bueno acostumbrarse a que a uno le den «calabazas» porque después de cada vez que ocurre, la siguiente duele menos, y luego llega un momento en que ya no te afecta en absoluto. Se llega así a un nivel en que vas a disparar muchas veces, con lo cual las probabilidades de que te digan «Sí» aumentan: cuantos más disparos hagas, más posibilidades de dar en el blanco. Además, ¿cuál es el riesgo de que te digan «no»? Que te quedes como estabas, o sea, ningún riesgo».

Lo más curioso de todo es que cuando uno solicita ayuda, se sorprende de la buena aceptación de la gente. Hay mucha gente dispuesta a ayudar y ayudarte.

Eso sí, a la hora de solicitar ayuda y colaboración, no se puede pedir cualquier cosa ni de cualquier manera, por eso, desde Ga Consultores te contamos como debes hacerlo:

1. Pide con claridad: Es importante ser preciso: decir lo que se quiere de manera clara ahorra tiempo y energía a la otra parte que sabrá cómo actuar. Las vaguedades generan inefectividad.

2. Pide con confianza: No dudes a la hora de pedir porque das la sensación de que pides algo que no te mereces. Si te decides a pedir, pide sin timidez.

3. Pide con consistencia: No todo sale bien, ni mucho menos a la primera. Hay gente que no puede o no querrá ayudarte. Otros no te contestarán o te darán largas. No pasa nada. No renuncies. Insiste.

4. Pide con sinceridad: Con el corazón, que de verdad pides lo que pides porque es bueno para ti, porque lo necesitas, que no es un mero capricho.

5. Pide sin comprometer: Hay que saber cuándo es oportuno pedir y cuándo no; y eso suele ser cuando puede comprometer a la otra parte.

6. Pide facilitando las cosas: Si es posible ofrece diferentes alternativas para que la otra parte tenga más opciones y no se vea en un callejón sin salida.

7. Da para recibir: No pidas sólo cuando lo necesitas, preocúpate antes por dar. Si das, recibirás cuando llegue el momento. Lo decía Zig Ziglar: «Tendrás todo lo que deseas si ayudas a los demás a conseguir lo que desean».

Y recuerda, pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino que muy por el contrario es parte del camino hacia el éxito, y nosotros podemos ayudarte.

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