Llega un momento de nuestra vida en que creemos haber alcanzado nuestro límite y ya no conseguiremos crecer más.  Tanto en el trabajo como en nuestra vida es mejor dejarlo todo como está, parece lo mejor.  La verdad es que siempre podemos ir más lejos.  Jamás la inmovilidad ha sido la mejor solución.

Son muchas las cosas que suceden en nuestra vida diaria sin que nos demos cuenta: respirar, andar… también podemos mejorar o empeorar.

Tal vez tender a mejorar sea una tendencia natural, también podríamos sorprendernos en la circunstancia de estar tendiendo a empeorar…

Cabe preguntarse ¿Cuál está siendo mi tendencia?

·         A veces mejora el entorno y yo no

·         A veces mejoro yo y no el entorno

·         A veces no mejora ni una cosa ni la otra… ¿todo se estanca?

·         A veces todo empeora

Lo importante es que pase lo que pase, soy yo y es cada cuál, quien hace algo con ello.  Ese HACER es fruto de una decisión, que a su vez es fruto de diferentes elecciones, que se relacionan con toda una serie de emociones, creencias, valores y formas de organizarnos a nosotros mismos.

Generalmente para cambiar o potenciar una tendencia, a empeorar o a mejorar, tenemos que poner atención en lo que está pasando y decidir qué es lo que queremos que pase con ello.

A partir de aquí toca explorar ¿Cómo estamos haciendo lo que hacemos? ¿En qué fallamos? ¿Cómo podemos mejorarlo?

Si tenemos una dirección, si sabemos lo que queremos, hemos de enfocar lo que hacemos y cómo lo hacemos en base a esa dirección.  Para ello podemos necesitar actualizar hábitos, aprender nuevas habilidades, generar esa manera de hacer que nos asegura la tendencia hacia lo que queremos conseguir.

Todo es un proceso que involucra tanto a la atención como a la decisión de acción.  Así que llevará tiempo, esfuerzo, aprendizaje…

Como decía Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo.”

Si podemos hacer que el propio comportamiento de mejorar sea continuo, de manera efectiva y también disfrutando, entonces comienza a ser posible “liderar” nuestras circunstancias y con ello “liderar” nuestra vida.

Montse Vázquez. Consultor Senior de G.a. Consultores