Apenas 20 días después del recién estrenado 2015 y miles de propósitos se desvanecen a velocidad vertiginosa sin que hayamos hecho nada por empezar a definir nuestro plan de acción para alcanzarlos.
Es habitual proponerse retos para el nuevo año y desear que se cumplan por ciencia infusa, para después, una vez superada la euforia inicial y cuando la realidad no responda a nuestras expectativas, convencernos con escusas y justificaciones que se ajusten a nuestras pocas ganas de acometer una tarea que implica más esfuerzo del que habíamos imaginado.
Formulamos un deseo y acto seguido nos visualizamos en la línea de meta saboreando el triunfo, disfrutando del éxito y viviendo una nueva realidad… Sí, queremos el resultado, el reconocimiento, el aplauso pero a coste 0 y con el mínimo esfuerzo.
Entonces… ¿qué estamos dispuestos a hacer para conseguir nuestro objetivo? ¿cuántos obstáculos estamos dispuestos a salvar? ¿cuánto tiempo estamos dispuestos a dedicar? En definitiva… ¿qué estámos dispuestos a hacer para ello?
2015 acaba de llegar y para G.a Consultores comienza un periodo de expansión y crecimiento: proyectos ambiciosos, nuevas oficinas, ampliación de plantilla, nuevos colaboradores…
Muchos serán los que vean esta parte de la historia y pocos la cantidad de esfuerzo, trabajo y tiempo empleado para llegar a este punto. Por ello, en lugar de escribir un decálogo de recomendaciones que os ayuden a cumplir vuestros deseos para el año nuevo, comparto con vosotros una breve historia para vuestra reflexión:
“Un pianista famoso daba un recital en una fiesta. La anfitriona le dijó: Haría lo que fuera por tocar como usted. El pianista la miró pensativo y replicó: no, no haría lo que fuera.” La anfitriona avergonzada frente a sus invitados dijó: sí, haría cualquier cosa.
El pianista negó con la cabeza: Le fascinaría tocar como yo en este momento pero no estaría dispuesta a practicar 8 horas diarias durante los próximos 20 años para alcanzar este dominio.”
Lo dicho, antes de comenzar el año con una lista de propósitos convendría centrarnos en un objetivo alcanzable, trazar un plan, seguirlo y ser pacientes: Operación Triunfo es un programa de ficción y hágase millonario en menos de un año una engañifa barata.
María Hernández. Responsable Delegación Aragón G.a Consultores