Este es uno de los aprendizajes que quizá hemos obtenido de esta pandemia, al menos muchas de las empresas a que tengo la oportunidad de seguir y ayudar en su día a día, porque si de personas hablamos, esta es una expresión que las personas que se responsabilizan de la actividad de recursos humanos y la dirección general de cualquier organización, han tenido claro en este año 2020.

Una pandemia y los constantes cambios, no sólo normativos, sino de criterio por parte de los comités expertos que marcaban la dirección a seguir, han hecho que cualquier organización haya girado la mirada hacia la Prevención de Riesgos Laborales, necesitando no sólo de liderazgo de prevencionistas externos e internos para conocer  qué hacer y cómo hacerlo, sino viéndose con la obligación de destinar un presupuesto, unos recursos y un tiempo que de habitual se destina a otras “supuestas prioridades”.

En una de esas organizaciones, o varias de ellas, las personas de prevención de riesgos se sorprendían de los mensajes de reconocimiento y agradecimiento que en estos últimos meses, están recibiendo de sus propias organizaciones. Y reflexionando con ellos para conocer cuáles son los motivos que les ha colocado allí, se daban cuenta de que hay algo que ha sido común a cada una de ellas: “las personas han percibido que se (pre)ocupaban de ellas”, siendo esta percepción un sumatorio de recursos con: anticipación ( a las necesidades), comunicación (sobre la situación y las posibilidades, además de respuestas a las dudas), y cuidado de los detalles (que permitían continuar su trabajo con seguridad, conciliando su realidad personal y familiar con sus actividades).

En resumen, la situación ha obligado a actuar “no sin prevención”, integrando en la realidad,  no sólo lo más normativo, sino en lo más personal, humano, y saludable. Así que, quizá también sea hora de que en las agendas de las personas y equipos de prevención de riesgos laborales se avance desde un enfoque burocrático, a veces tan sólo de carácter administrativo, en el que demasiadas veces se ha centrado la actividad; a una forma de hacer prevención que mantenga de verdad, a las personas y a las organizaciones, en el centro.

“Esto va de personas”, y de organizaciones.

Así que es hora de algo más, es hora de que en un futuro que ya es presente, exista una adecuada presencia de la prevención de riesgos laborales en la toma de decisiones, que incluya nuevas formas de colaboración, en caso de que la responsabilidad esté en dos equipos diferentes, porque también va de “resiliencia”, término que afortunada o desafortunadamente ha sonado mucho en las últimas semanas. Esta resiliencia convierte en clave la integración de seguridad, de la ergonomía y la psicosociología, en la toma de decisiones sobre la organización en el desarrollo de la actividad, los factores organizativos han cobrado una nueva dimensión preventiva. Las fronteras entre los ámbitos internos y externos de una organización, y las esferas laborales y privadas nos ha demostrado el 2020 que se han convertido en líquidas.

“Y también va de flexibilidad”.

Y si es así, se convierte en una necesidad disponer de recursos que estandaricen la gestión preventiva, que la automatice, para que «cuidar a las personas» sea un motivo más que suficiente para tener una presencia continua y de futuro de la Prevención de Riesgos Laborales, en los comités de dirección, no para resolver problemas, para construir futuro. Para ello, un nuevo concepto que a quienes conocéis mi gusto por la innovación preventiva, os he lanzado ya como reto dentro de la profesión: “prevención dinámica” … ¿Sabéis cómo? Os lo contaré pronto… 

Al final, “no sin prevención” significa “no sin las personas” y, quiero que sea también todo este planteamiento un reconocimiento a la labor de profesionales que no han tenido una presencia en medios públicos, pero sí una importancia real en el mantenimiento de la actividad económica. Gracias a cada una de esas personas, profesionales prevencionistas.

Una última reflexión. ¿Estamos preparados para tener una verdadera presencia en el futuro de la actividad profesional o seguiremos a remolque de lo que otras agendas marquen? ¿Creemos que otra forma de hacer prevención es posible? Yo así lo creo y lo practico día a día, contando con personas, organizaciones, dinamismo e innovación.

¿Y tú, cómo te planteas el futuro de la prevención?