Los beneficios del coaching y del liderazgo tipo coaching son numerosos, y esos beneficios los son tanto para el gerente como para el colaborador. Según J. Whitmore, uno de los coaches más influyentes del momento, estos son los beneficios de una cultura de coaching en una organización:
1. Aumento del rendimiento y de la productividad. Esto ha de ser lo primero, y no lo sería si el sistema no funcionara. El coaching logra lo mejor de las personas y de los equipos; el sistema autocrático ni siquiera se lo plantea, así que, ¿cómo habría de lograrlo?
2. Desarrollo del personal. El desarrollo del personal no significa limitarse a enviarlos a breves cursos de formación una o dos veces al año. La manera en que se los dirige, o bien los ayudará a desarrollarse, o bien los limitará. Depende de usted.
3. Aumento del aprendizaje. El coaching supone aprender por la vía rápida, sin perder el tiempo ni en el banquillo ni en el despacho. El placer y la memoria también aumentan.
4. Relaciones personales mejoradas. El mero hecho de preguntarle algo a alguien demuestra que se valora tanto a él como su respuesta. Si uno se limita a dar órdenes, no hay intercambio. Es como hablar con una pared.
5. Mejor calidad de vida. El respeto a las personas, la mejoría en las relaciones personales y el éxito que acompañará al coaching conducen a un ambiente laboral más positivo.
6. El gerente tiene más tiempo. El coaching logra que los empleados asuman responsabilidades y que no sea necesario ni perseguidos ni vigilados, lo que deja más tiempo a los gerentes para realizar sus funciones más específicas, a las que en el pasado nunca podían dedicar el tiempo suficiente.
7. Ideas más creativas. El coaching y el ambiente que genera fomentan las sugerencias creativas por parte de todos los miembros del equipo, que ya no temen el ridículo ni el rechazo prematuro. Y una idea creativa suele llevar a otra.
8. Mejor uso de las personas, de las habilidades y de los recursos. Es habitual que los gerentes desconozcan los recursos ocultos de que disponen hasta que empiezan a aplicar el coaching .Pronto descubren en sus equipos gran cantidad de habilidades que no se habían manifestado hasta entonces, así como soluciones a problemas prácticos, que sólo pueden encontrar las personas que llevan a cabo la tarea con regularidad.
9. Respuestas de emergencia más rápidas y eficaces. En un entorno en el que las personas son valoradas, éstas siempre se muestran más dispuestas a tirar del carro cuando se les pide, o incluso sin que se les pida. En demasiadas organizaciones donde no se valora a los empleados, éstos se limitan a hacer lo que se les pide y, además, en la menor medida posible.
10. Más flexibilidad y capacidad de adaptación al cambio. El espíritu del coaching tiene que ver con el cambio, con tener capacidad de respuesta y con ser responsable. En el futuro, cada vez se exigirá más flexibilidad, no menos. El aumento de la competencia en los mercados, la innovación tecnológica, las comunicaciones globales instantáneas, la incertidumbre económica y la inestabilidad social se asegurarán de ello durante nuestro breve ciclo vital. Sólo sobrevivirán los más flexibles y adaptables.
11. Personal más motivado. Volveré a repetirme: la zanahoria y el palo han perdido su utilidad; las personas rinden porque quieren, no porque se les ordene. El coaching ayuda a la gente a descubrir su motivación interna.
12. Cambio cultural. Los principios del coaching apuntalan el estilo directivo de la cultura de alto rendimiento al que aspiran tantos líderes empresariales. Los programas de coaching contribuyen a hacer más factible esa transformación cultural.
13. Es una habilidad aplicable a todos los ámbitos de la vida. El coaching es una actitud y una conducta con múltiple aplicaciones tanto en el trabajo como fuera de él. Cada vez tiene más importancia e incluso los que quieren cambiar de trabajo descubrirán que se trata de una habilidad de incalculable valor allá donde vayan.
En Ga Consultores hemos comprobado que estos beneficios son reales y aplicables en los diferentes niveles de mando y en los departamentos de la empresa. El planteamiento está hecho y nosotros estamos dispuestos. Sólo queda, pasar a la acción. ¿Cuándo empezamos?
Eduardo Lazaro Ezquerra. Psicólogo y Socio de G.a-Consultores