El mapeo de riesgos es una herramienta que favorece la flexibilidad laboral interna en las empresas para cubrir puestos de trabajo cuando se requiera.

Segunda mitad del siglo XVIII. Comienza la mayor revolución económica, tecnológica y social desde el Neolítico. La revolución industrial abrió las puertas, por primera vez en la historia, al crecimiento sostenido del nivel de vida de la gente común, comportamiento económico inexistente hasta el momento.

Este punto de inflexión en la historia cambió la manera de entender y llevar a cabo los procesos de producción, abandonando las formas de producción “conservadoras” -aquellas que transmitían los conocimientos de generación en generación sin apenas cambios- para poner en valor principios como innovación, transformación y desarrollo en la producción.

Desde entonces, se han sucedido aportaciones intelectuales y tecnológicas que han permitido avanzar en el desarrollo de los procesos productivos. Sistemas como el fordismo o el taylorismo, con la introducción de la producción en cadena y la organización del trabajo a principios del siglo XX, sentaron las bases para dar paso ya a finales de dicho siglo a nuevas filosofías como el Sistema de Producción Toyota (SPT) basado en la mejora continua a todos los niveles operacionales.

Este proceso evolutivo en la industria continúa en nuestros días, en los que las empresas se centran en la búsqueda de la máxima optimización de los procesos productivos con el objetivo de lograr la mayor rentabilidad posible. Para ello, los trabajadores son una pieza clave en un entorno gobernado por las máquinas. La progresiva automatización de los procesos productivos, en la mayoría de las industrias, conlleva la búsqueda de mejoras continuas en las que los trabajadores pueden influir en gran medida, ya que son ellos los que interactúan toda su jornada laboral con las máquinas que se encuentran en su puesto de trabajo.

La problemática, que cada día se da con mayor frecuencia en las empresas, es la necesidad de una mayor “flexibilidad laboral interna”. Con ello, me quiero referir a la necesidad de, por un motivo específico, cubrir un puesto de trabajo vacante o deficitario con una persona externa a dicho puesto. Para ello, la solución que se antoja más rápida y efectiva es “interna”, es decir desde dentro de la línea, factoría o empresa, mediante la formación en ese puesto de trabajo del trabajador requerido.

Con una mayor flexibilidad laboral interna, la empresa puede afrontar cualquier adversidad o eventualidad que pueda suceder en un puesto de trabajo de manera inmediata. Estimulando además, el crecimiento tanto personal como profesional, compartiendo las oportunidades de desarrollo y maximizando el desempeño individual y en equipo.

Desde GA Consultores somos conscientes de esta necesidad. Por medio del mapeo de riesgos en puestos de trabajo mediante fichas interactivas, brindamos la oportunidad de informar y formar al trabajador en los aspectos de seguridad y prevención en un puesto de trabajo específico de manera rápida y eficiente.

Pablo Romanos. Consultor Senior de GA Consultores.