Formación in-company, un mundo de posibilidades

Se acaban las vacaciones, llega Septiembre y la “vuelta al cole…” Muchos retomamos nuestras clases de idiomas, nos planteamos completar nuestra formación o decidimos adquirir nuevas competencias. Pero ¿cómo elegir entre tanta variedad de oferta formativa, en apariencia tan similar?

Si a nivel individual, la elección es difícil, está se complica cuando se trata de elaborar el plan formativo de una empresa. Muchos responsables de recursos humanos creen equivocadamente que, toda acción formativa tiene el mismo impacto y efectividad entre sus destinatarios y que si los contenidos que deben impartirse están bien desarrollados, poca diferencia puede haber entre unas y otras opciones. ¡Error!

Cada organización es única y por ello, tiene unas necesidades específicas que requieren planteamientos y enfoques prácticos diferentes. No se puede impartir una formación idéntica, aun cuando los contenidos sean exactos, en empresas diferentes porque, entre otras razones, los objetivos específicos que se quieran cumplir y el colectivo al que se pretenda formar determinarán el éxito de la acción formativa.

Podemos plantear un curso de puente grúa, pero el objetivo de la formación varía según vaya destinado a trabajadores de nueva incorporación o a trabajadores con más de 20 años de experiencia.

Mi experiencia personal y profesional me ha demostrado que la formación personalizada y experiencial, adaptada a la realidad de la organización tiene innumerables ventajas:

1.      Flexibilidad de contenido: Es posible adaptar los contenidos en función de la organización y su cultura.

2.      Elección del alumnado: Es posible planificar acciones formativas homogéneas, en función de los colectivos que la empresa considere prioritario formar.

3.      Optimizar la eficacia de la formación: Impartir una acción formativa en un ambiente de trabajo real y conocido que refleje los objetivos y la cultura corporativa predispone a los alumnos a una mayor participación.

4.      Potenciar conocimientos y habilidades estratégicos: Se puede enfatizar y profundizar en las habilidades, conocimientos y estrategias que la organización considere clave (trabajo en equipo, liderazgo, fuerza de ventas…).

5.      Mayor retorno de inversión: Está comprobado que los programas formativos adaptados a la realidad de la empresa permiten una asimilación de los conocimientos y/o habilidades de forma más rápida.

Si además de una formación personalizada contamos con docentes, apasionados por la materia, capaces de transmitir sus conocimientos con pasión y emoción… el éxito está garantizado…

Por muy interesante que sea el contenido, las personas no recordarán lo qué dijiste sino cómo los hiciste sentir”.

Para terminar, una mención especial para aquellas empresas que depositáis vuestra confianza en G.a Consultores y sois conscientes de la importancia de invertir en el talento de vuestras organizaciones de forma continua.

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